Linfoma

Linfoma

domingo, 17 de julio de 2011

Preámbulo


Hola a todos mis amigos!!!!!


Para todos aquellos que alguna vez se acercaron a esta enfermedad, por un amigo, un familiar o tal vez la vivieron por si mismos, o por los que aun no conocen de la misma.
Esta es tal vez la enfermedad del siglo y no debemos ser ajenos a ella.
Quiero hablarles entonces sobre el amigo silencioso Linfoma no-Hodgkin, por que...por que soy una de estas personas que hoy da la lucha contra el y que espera que a través de mi experiencia muchos puedan aprender.

El linfoma no-Hodgkin

El linfoma no-Hodgkin es un tipo de cáncer que surge en los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco de la sangre. Se denomina de este modo para distinguirlo de la enfermedad de Hodgkin, un subtipo particular de linfoma. De hecho, es un término que incluye muchas formas diferentes de linfoma, cada uno con sus características individuales.
Los linfomas constituyen nódulos que se pueden desarrollar en cualquier órgano. La mayoría de los casos empiezan con una infiltración en un ganglio linfático (nodal), pero subtipos específicos pueden estar restringidos a la piel, cerebro, bazo, corazón, riñón u otros órganos (extranodal). El diagnóstico del linfoma requiere una biopsia del tejido afectado.
La incidencia de los linfomas no-Hodgkin se ha incrementado considerablemente en el último par de décadas. Esta enfermedad ha pasado de ser relativamente rara a ser el quinto cáncer más frecuente en los Estados Unidos. En este momento, se sabe poco acerca de los motivos para este incremento o de las causas exactas de los linfomas no-Hodgkin.

Síntomas

El síntoma más común de un linfoma no-Hodgkin es un bulto indoloro de los ganglios linfáticos superficiales del cuello, axila o ingle.
Otros síntomas generales pueden incluir los siguientes:
Fiebre sin causa aparente.
Sudor nocturno
Cansancio constante.
Pérdida de peso sin causa aparente y anorexia.
Piel pruriginosa
Petequias
Estos síntomas no son señales seguras de un linfoma no-Hodgkin, ya que también pueden estar ocasionados por otros trastornos, como gripe u otras afecciones. Es importante acudir a la consulta médica temprana, a fin de que cualquier enfermedad pueda diagnosticarse y tratarse tan pronto como sea posible. Inicialmente, el linfoma no-Hodgkin puede no causar dolor y aparecer silenciosamente, provocando síntomas progresivos, dependiendo de su localización. En muchos casos, sobre todo cuando la proliferación del tejido linfático se produce en órganos internos, suele descubrirse accidentalmente al realizar estudios con otros fines diagnósticos.

Tratamiento

El tratamiento del linfoma no-Hodgkin depende del estado de la enfermedad, el tipo de células implicadas, si es agresivo o indolente y la edad y el estado de salud general del paciente. El LNH es frecuentemente tratado por un equipo de especialistas que puede incluir un hematólogo, un médico oncólogo y un radiólogo especialista en oncología. Normalmente el tratamiento incluye quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o una combinación de tratamientos. En algunos casos el trasplante de médula ósea, las terapias biológicas o la cirugía pueden ser opciones. Para linfomas indolentes, se puede esperar a empezar un tratamiento hasta que la enfermedad presente síntomas. A menudo, esta situación se la denomina de "espera vigilante".
La quimioterapia y la radioterapia son los tratamientos más habituales para LNH, a pesar de que el trasplante de médula ósea, las terapias biológicas y la cirugía se utilizan en ocasiones.

La combinación más frecuente de quimioterapia es la utilización del grupo de drogas conocido como CHOP (ciclofosfamida, adriamicina, vincristina y prednisona), con añadido de rituximab, en ciertos casos.
La radioterapia consiste en la utilización de radiaciones de alta energía para matar las células cancerosas. El trato de radiación puede realizarse solo o con quimioterapia. La radioterapia es un tratamiento local que afecta solo a las células cancerosas del área tratada. La radioterapia para el linfoma no Hodgkin se realiza con un equipo que dirige los rayos de alta intensidad a un área específica del cuerpo. No queda radioactividad en el cuerpo cuando se finaliza el tratamiento. La radio-inmunoterapia es una combinación de agentes inmunitarios (como rituximab) con isótopos radioactivos, y ofrece algunos beneficios al tratar tumores en forma localizada a nivel molecular.

En algunas ocasiones, los pacientes reciben quimioterapia o radioterapia para matar células cancerosas no detectadas que pueden estar presentes en el sistema nervioso central (SNC). En este tratamiento, llamado profilaxis del sistema nervioso central, el doctor inyecta medicamentos anticancerosos directamente en el líquido cerebroespinal.

El trasplante de médula ósea puede también constituir una opción de tratamiento, especialmente en pacientes cuyo linfoma de no Hodgkin haya sufrido un relapso (haya vuelto a aparecer). El trasplante de médula ósea proporciona al paciente células sanas de choque (células muy inmaduras que producen células sanguíneas) para sustituir las células dañadas o destruidas por las altas dosis de quimioterapia o radioterapia. La médula ósea sana puede proceder de un donante, o también del propio paciente del que se obtuvo previamente, tratado para destruir las células cancerosas, almacenado, y devuelto al paciente después del tratamiento a altas dosis. Hasta que la médula ósea trasplantada empiece a producir suficientes células sanguíneas blancas, los pacientes deben estar protegidos cuidadosamente de las infecciones para evitarlas. Normalmente, permanecen en el hospital durante varias semanas y luego en ambientes con baja probabilidad de contagios (hogares limpios, alejados de muchedumbres, sin viajar en aviones...).

La terapia biológica (también llamada inmunoterapia) es una forma de tratamiento que utiliza el sistema inmunitario del cuerpo, directa o indirectamente, para luchar contra el cáncer o para disminuir los efectos colaterales que algunos tratamientos contra el cáncer pueden producir. Utiliza elementos generados por el cuerpo o elaborados en el laboratorio para estimular, dirigir, o restaurar las defensas naturales del organismo contra la enfermedad. La terapia biológica en algunas ocasiones se la denomina terapia modificadora de la respuesta biológica.


La cura del cáncer podría estar lista en dos años
Científicos estadounidenses afirman que en unos dos años los enfermos de cáncer se podrían curar por medio de inyecciones de células inmunes de otras personas. Los cientificos han recibido el visto bueno de la FDA para empezar a probar en humanos las transfusiones de células anticancerígenas “super fuertes” de los donantes.


El Dr. Zheng Cui, de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest, ha demostrado en experimentos de laboratorio que las células inmunes de algunas personas pueden ser cerca de 50 veces más efectivas para combatir el cáncer que las de otras.




El final!!!,
Es dificil poder dar un final a este Blog por que desafortunadamente aun la lucha continua, tal vez muchas personas pasaron victoriosas y otras no tanto por este estado de paso, pero cuando se esta en esta situacion, aprendes a ver la vida de otra manera y lo importante realmente es la vida misma no cuanto ni que se tiene sino la familia, los amigos, en mi caso mi mayor motivaciòn es mi hija, y aca me tendran luchando contra el asesino silencioso hasta ganar esta pelea, siempre con Dios adelante.